Por Lolu Lemus – Emaús Radio
“Mirad, ya va salir humo blanco de la chimenea” fue la exclamación de un joven, quien involucró a toda su familia en la elección del Papa Francisco viendo las noticias hace más de una década. El interés por lo religioso se contagia; siendo la Iglesia Católica una unidad es importante que todos los fieles estén en la misma sintonía y que estos le den un lugar a estos procesos en sus vidas. Dios escucha a su pueblo desde tiempos bíblicos, ¿cómo no va escuchar a su iglesia hoy?
El pontífice que representó al apóstol Pedro durante 13 años inspirado en San Francisco de Asís , volvió con el Padre el pasado lunes 21 de abril del 2025 dejando su lugar vacante. Elegir un nuevo Papa es un proceso formal y de mucha bendición al cual se le denomina: “Cónclave”.
En el Cónclave participan todos los cardenales menores a 80 años, se trata de una reunión a puerta cerrada en la Capilla Sixtina ubicada en Roma que tiene como fin la elección de un nuevo Papa mediante el voto secreto de los cardenales presentes. Cada día sale humo por una chimenea especialmente usada para este fin, si el humo es negro, significa que no se ha terminado la votación y aun no hay Papa, en cambio, si el humo es de color blanco y suenan campanas; es señal de que ya se ha elegido un nuevo representante de Roma.
El cardenal electo elegirá un nombre que lo identifique como Papa, entonces el Cardenal Protodiácono: Dominique Mamberti dirá al Pueblo de Dios: “Habemus Papa” con lo que se iniciará un nuevo papado. Recordemos que en la Biblia, Dios cambia el nombre a dos patriarcas y un apóstol. El nombre que el nuevo Pontífice elija suele definir la línea por la que se inclinará.
Como católicos sabemos que si bien el Colegio Cardenalicio realiza una votación, es el Espíritu Santo quien toma la decisión final.
La iglesia llama “laico” a los bautizados que no son parte del clero. ¿Cuál es la labor del laico durante el Conclave? A ellos les corresponde: confiar en el proceso, no hacer especulaciones al respecto, contagiar el interés genuino por lo que acontece, transmitir noticias confiables y mantener activas las plegarias personales como las comunitarias.
A lo largo de los años se ha querido saber detalles de lo que pasa durante este tiempo tras la puerta de la Capilla Sixtina, sin embargo, la Iglesia Católica en su sabiduría ha querido que esto quede reservado, al laico le toca respetar esa decisión; en el año 2016, un autor británico llamado: Robert Harris escribió una novela que pretende exponer lo que acontece en el citado proceso, para el 2024 una cadena de televisión ofreció una película basada en la anterior novela, como toda ficción, presenta elementos en su mayoría falsos o muy antiguos. La cinta exagera las posturas religiosas en nuestra iglesia haciendo del Cónclave un mitin político. El final expone una controversia innecesaria.
El sacerdote: José Jesús Aguilar Valdez en cambio, escribió un libro llamado: “La sede vacante”, texto ganador del Premio Nacional de Periodismo. Ahí se expone una mirada real de este paso a un nuevo Papa sin entrar en detalles personales de cada participante ni especulaciones innecesarias.
Es recomendable no dejar toda la responsabilidad del Cónclave en manos del clero, todos están llamados a ser parte desde el lugar que les toca. Mantengamos la mirada en Dios y su iglesia que camina unida.