P. Fernando Divassi
Queridos hermanos y hermanas en Cristo:
Al aproximarnos a las festividades del Sagrado Corazón de Jesús y la Solemnidad de Corpus Christi, quiero invitarles a unirse en un tiempo de profunda reflexión, renovación y celebración de nuestra fe.
El Sagrado Corazón de Jesús nos recuerda el inmenso amor que Dios tiene por cada uno de nosotros, un amor que se manifiesta en su deseo de estar en comunión con nuestras vidas. Meditar en esta devoción nos invita a abrir nuestro corazón y permitir que el amor de Cristo transforme nuestras acciones y pensamientos. Es un llamado a vivir con compasión, bondad y misericordia hacia los demás, reflejando así ese amor divino en el mundo que nos rodea.
La Solemnidad de Corpus Christi, por su parte, nos invita a celebrar el don más grande que hemos recibido: la Eucaristía. En cada celebración, Jesús se hace presente en el pan y el vino, alimentando no solo nuestro cuerpo, sino sobre todo, nuestro espíritu. Es un momento privilegiado para agradecer por este sacramento que nos une como comunidad y nos fortalece en nuestra vida diaria.
Les animo a que, en este mes de junio, no solo participemos en las misas y actividades litúrgicas, sino que también nos hagamos eco de este amor en nuestras familias, amigos y comunidades. Que cada acto de servicio, cada gesto de cariño, sea una manifestación de nuestro compromiso con el Sagrado Corazón de Jesús y con el Cuerpo de Cristo presente entre nosotros.
Invitemos a otros a participar de estas celebraciones, creando un ambiente de alegría y unidad en la fe. Que nuestra participación activa en la misa y en las adoraciones sea un reflejo de nuestra gratitud y amor por el sacrificio de Cristo.
Celebremos juntos, con alegría y reverencia, el Sagrado Corazón de Jesús y la Solemnidad de Corpus Christi. Que estos días nos impulsen a vivir nuestra fe de manera más profunda y a ser heraldos del amor de Dios en el mundo.
¡Que el Sagrado Corazón de Jesús nos bendiga y nos fortalezca en este camino de fe!
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS…
DULCE CORAZÓN DE MARÍA…
Fraternalmente en Cristo.
P. Fernando Divassi
Gracias padre DIVASSI, puedes excelente reflexiones que contribuyen a nuestra madurez cristiana, amar y adorar a Dios y a nuestro semejantes
Gracias padre por motivarnos a acrecentar nuestra devoción y todo nuestro amor al reconocer esa entrega de Jesús en su cuerpo, su sangre y su divinidad presente y operante entre nosotros.
DIOS SE LO PAGUE