Por Lolu Lemus – Emaus Radio
“Mi hijo nació con el balón bajo el brazo, es bien diestro para el baloncesto” esta es una expresión popular en las familias cuando un joven se destaca en alguna disciplina deportiva o artística. Cada 4 años se realizan diferentes competencias, este 2024 estamos presenciando: Las Olimpiadas.
Las personas que compiten representando a su país en los Juegos Olímpicos se preparan desde mucho tiempo atrás, requiere disciplina, constancia, dedicación, demanda tener un objetivo y cumplirlo, son personas que no se dejan vencer si fallan.

Nosotros como cristianos estamos llamados a fortalecer nuestra fe cada día como estos deportistas, no para competir con nuestros hermanos queriendo ser los mejores, sino para llegar todos juntos a la meta, lo importante es llegar y no desistir en el camino, nuestra meta es el cielo, ese es el oro que queremos alcanzar y lo vamos a obtener en racimo, es nuestra misión ayudar a los que se están quedando atrás y no avanzan.
Los atletas aspiran a obtener la medalla de oro, el país entero celebra cuando esto pasa, de la misma manera hay fiesta en el paraíso y en las iglesias cuando uno de nosotros se salva.
San Dimas fue un hombre que al final de la maratón de la vida supo que quería estar la eternidad junto a Dios adorándole, por eso junto a la cruz, él se roba el paraíso, él santo externó su aspiración de llegar al cielo sinceramente y lo logró, tengamos nosotros el mismo deseo y determinación de San Dimas, consideremos que un deportista no solo disfruta de lo que hace cuando llega a la meta, él vive intensamente toda la competencia, la disciplina que practica es parte de su vida, al deportista le gusta realmente su trabajo y por eso no desaprovecha ninguna ocasión para practicarlo, no le ruegan que lo haga, él lo hace por su propia voluntad, así mismo un cristiano no debería esperar hasta el último momento para desear ir al cielo y ser bautizado. Un cristiano que ama su fe va a vivirla intensamente cada día, aprovecha cada momento en la iglesia como si fuera el último, a este no hay que rogarle para que vaya a Misa cada domingo, él va buscar la manera de ir y si le es posible asistir entre semana, también irá con mucho gusto y amor. Pongámonos como meta ser ese tipo de cristianos.
Hay personas a las que les nace el talento por un deporte, desde muy pequeñas externan que les gustaría aprenderlo y con mucha constancia logran grandes resultados, también hay personas que después de mucho tiempo y de probar otras disciplinas se dan cuenta que les apasiona el deporte en el cual hoy destacan, así son muchos cristianos, algunos desde pequeños son muy abiertos a escuchar las Escrituras y desean servir en la iglesia quieren conocer cada día más a Cristo mientras otras son indiferentes en un principio, incluso se inclinan por corrientes espirituales modernas y finalmente encuentran la fuente de Agua Viva, Jesús, donde son realmente felices y llegan a la meta. El camino de la fe es angosto pero demasiado bello como para esperar a estar en el lecho de muerte para iniciarlo.
Hoy te pregunto: ¿qué tipo de cristiano quieres ser?, ¿fortaleces tu fe con la práctica constante?, ¿tienes voluntad de seguir a Cristo con alegría?
Cantos recomendados
- Contigo (Me voy pal cielo) – Estación Cero
- Tarde te amé – Pablo Martínez
- Hasta la eternidad – Espíritu de Alabanza
- Cambio de planes – Mar abierto
- Creo en Dios – Communion
- Jesús te seguiré – Daniel Poli
- Mi Fortaleza – Freddy Chavarría
Películas recomendadas
- O todo o nada: Vida Hermana Clara Crokett
- El cielo no puede esperar –Vida Carlos Acutis.
Libros recomendados
- Confesiones – San Agustín