Por Lolu Lemus – Emaus Radio
El mes de octubre está dedicado a las misiones, contagiemos la alegría del evangelio a nuestros conocidos en este tiempo.
Las personas que viajan y se dedican a la misión hacen una labor importante, ahora, ellos no son los únicos cristianos llamados por Dios a seguirle, los laicos tienen diferentes llamados en su diario vivir, estos pueden invitar a sus conocidos a conocer más sobre Dios, también están llamados a dar un buen ejemplo, así mismo muchos publican mensajes de Dios como sus actividades religiosas en redes sociales, pueden llevar a alguien que necesite a misa y por supuesto se mantienen orando por la conversión de otros, todo esto lo hace una persona que es llamada por Jesús y se considera su discípulo.

En el tiempo de Jesús los discípulos irradiaban el amor de Dios y anunciaban la alegría del evangelio, procuremos ser nosotros así también.
Cuando una persona es invitada a cambiar los aspectos negativos de su vida y creer en Dios, es preciso llevarla finalmente a la iglesia, este es un lugar importante al cual llegar y permanecer, se le anima a participar activamente de los sacramentos y las comunidades, es bueno que estén ahí, ya que como católicos somos una unidad, tenemos identidad, no es recomendable aislarse. Estar con otros cristianos no es siempre fácil, pero es importante y al final rinde frutos positivos.
Un predicador explicó a un grupo de servidores como el objetivo de servir en la iglesia no debe ser primordialmente salvar a otros, sino salvarse a sí mismos y después ir a otros; estamos llamados a aspirar llegar al cielo por lo que nunca debemos descuidar la propia espiritualidad, tengamos presente que Dios quiere ante todo salvarnos y que otros lleguen a él por medio de su iglesia. El exponente terminó su plática invitando al discípulo a parar y preguntarle al Padre: ¿Qué quieres hoy de mí?
José H. Prado, misionero católico, da un apunte en su libro: “Formación de discípulos”:
- Un discípulo es una persona llamada personalmente por Jesús a seguirle.
- Su objetivo: Ser como Jesús (reflejarle)
- Su vocación: estar con el Maestro
- Su misión: hacer discípulos, proclamar y enseñar el evangelio y dar el amor de Dios.
Estos apuntes se complementan con lo dicho en un retiro cuyo objetivo fue llenar el tanque vació de los servidores, en este espacio se le cuestionó al discípulo sobre lo que lo mantenía lleno de gozo al iniciar su camino en la iglesia, quizá con el tiempo se perdió su vocación, misión y objetivos por falta de oración, por alejarse de los sacramentos, por esperar reconocimiento o por fijarse en los defectos de los demás y ver errores pequeños como grandes amenazas, sea cual sea la razón por la cual un cristiano pierde el entusiasmo del principio, todos están llamados a encontrar su fórmula personal que los haga mantener la llama encendida y estar enchufados a Dios.

Algo importante de remarcar a todos los discípulos de Jesús es el recordatorio de encontrar sentido al servicio, si no hay propósito en tu vida, solo existes, si no hay propósito en tu misión, solo actúas.
Hoy te invitamos a ser un discípulo de Cristo y a mantener viva la llama y la pasión, que siempre arda el corazón del servidor al escuchar hablar de Dios como les pasó una vez a los discípulos de Emaús al encontrarse con el Rey.